Seguramente, muchos hemos escuchado sobre la Reflexología podal, tal vez conocemos a alguien que la haya recibido; incluso, hay instituciones que se encargan de brindar capacitación mediante un curso de reflexologÃa podal. En cualquier caso, esto no solo se trata de un simple masaje en los pies, sino que va más allá. Por ello, a continuación, queremos analizar con más detalle algunas de las características que definen esta medicina complementaria.
¿En qué consiste la Reflexología podal?
Esta es una técnica que basa sus enseñanzas en que las diversas zonas del organismo se encuentran reflejadas en la planta de los pies. Por ello, masajeando los puntos claves, se pueden tratar indirectamente las partes corporales que se requieran, de ahí que reciba ese nombre. A través de la reflexología, se puede acceder hacia los órganos y músculos, llegando a estimular los mecanismos de curación.
Para realizar la Reflexología podal no es necesario aplicar ninguna sustancias o elementos más allá de las manos. Solamente se requiere de un poco de aceite para hacer el masaje con mucha más facilidad. La reflexología se encuentra dentro de la serie de medicinas alternativas o de complemento que se asegura de tratar tanto la parte física del cuerpo, como la emocional.
¿Cuáles son los orígenes de la reflexología podal?
El origen que tiene esta técnica de los pies se remonta a la antigua China, así como Egipto y algunas tribus antiguas estadounidenses. Se ha hallado registros de algunos papiros que corresponden a la nación egipcia y que se remontan al año 2.000 a.C. en los cuales se han encontrado elementos que narran la aplicación de esta técnica. En ese momento, se llevaban a cabo distintos masajes en las plantas de los pies y de las manos.
Los egipcios lograron descubrir que había diversos órganos y zonas corporales que poseían un punto en el que se reflejaban en la planta de los pies. Por ello, cuando se estimulaba cada uno de ellos, se gozaba de alivio en el organismo. A su vez, en Estados Unidos, los Cherokees en Carolina del Norte hacían masajes en los pies, lo cual se encontraba dentro de una ceremonia en la que se consideraba que al estar en contacto el cuerpo con la tierra, se unían sus energías.
Ahora bien, la reflexología como la conocemos hoy, nació a principios del siglo XX. Esto, gracias al trabajo de William Fitzgerald, quien se dio cuenta de que la presión en ciertas zonas del pie tenía un efecto anestésico en otros miembros corporales. Así, sugirió que hay una estrecha relación entre las áreas podales y los órganos.
¿Cuáles son los beneficios de la reflexología podal?
Hay una gran variedad de enfermedades y otras patologías que se pueden tratar con la ayuda de la reflexología podal. Eso sí, hay que dejar claro que, esta terapia no sustituye a la profesionalidad de un médico, sino más bien, sirve como complemento. Ahora bien, hay dos casos en los que aplicar esta terapia puede ser muy beneficioso:
- Cuando hay problemas con el sistema urinario.
- Como herramienta anestésica para quienes padecen de fibromialgia o enfermedades crónicas.
Hay algunos países en los que la reflexología no se encuentra regulada, ya que este es un método de curación tradicional que se basa en el concepto de la energía. De ahí que los centros que la aplican lo hacen por cuenta propia. Sin embargo, sí hay países en los que este tipo de tratamiento sí, cuenta con cierto grado de regulación.
Entre otros de los beneficios obtenidos gracias a la reflexología, podemos mencionar que ayuda a generar un efecto relajante a fin de eliminar el estrés. También aumenta la circulación en la sangre, favorece el sistema inmunológico y la capacidad de sanación del organismo. Restituye y permite equilibrar el grado de energía, elimina las toxinas, alivia los dolores e impulsa la creatividad, la vitalidad y el buen humor.
¿Cómo son las sesiones?
Cada sesión puede variar dependiendo del paciente, pero la mayoría de las veces, pueden llegar a durar entre 30 y 50 minutos. El/la terapeuta se asegura de trabajar con los pies desnudos, y la mayoría de las veces se emplea el uso de la técnica en seco, pero hay algunos expertos que eligen usar aceites en cada sesión. La reflexología podal emplea el uso de la manipulación a través de presión y estiramiento, así como de algunos movimientos que requieren de un método especial.
Vale destacar que la persona debe comentar si las presiones recibidas le producen malestar o dolor en los puntos del pie. Las sesiones son soportables en su mayoría, de acuerdo a lo expresado por muchos. Siempre se inicia con una entrevista sobre la salud del paciente. Tras examinar los pies, se puede iniciar, eso sí, el experto siempre trabajará con los dos a fin de brindar el tratamiento completo.
Categorías de terapias reflexología
Aunque es cierto que es bueno conocer algunos tipos de terapias dentro del campo de la reflexología, lo mejor es experimentarlo por cuenta propia. Ahora bien, entre algunas categorías que existen, podemos mencionar las siguientes:
- Reflexología Holística: Se trata de la creencia en la que cada órgano del cuerpo puede afectar a todos los demás. Por ello, cuando un órgano sufre una enfermedad, esta debe tratarse de forma global.
- Reflexología Fibromialgia: Sirve para tratar la enfermedad del sistema musculoesquelético y neuropsiquiátrico. Esta patología pudiera caracterizarse por dolor constante, rigidez, fatiga, entre otros.
- Anamnesis: Consiste en un tratamiento que se basa en la información que ha dado el paciente. Entre ello, se pueden incluir algunos antecedentes familiares y personales, síntomas relacionados a la enfermedad, entre otros.
Con el paso del tiempo, cada vez más personas se muestran interesadas por la reflexología podal. Por ello, si deseas participar en uno de estos tratamientos, puedes acudir a un centro de salud que lo ofrezca. Y si deseas recibir capacitación en este campo, también puedes hacer un curso de reflexología para identificar cada uno de los puntos reflejos del pie.