Cuando la guerra ocupan los titulares, pueden producir sentimientos como miedo, tristeza, ira y angustia dondequiera que viva.
Los niños siempre buscan en sus padres una impresión de seguridad, amparo y protección, más aún en tiempos de crisis. Aquí hay algunos consejos sobre cómo emprender la conversación con su hijo y ofrecerle apoyo y consuelo.
Cómo conversar con sus hijos sobre la guerra
Averigüe lo que saben
Opte un momento y un espacio en los que pueda sacar el tema de manera natural y es más posible que su hijo se sienta cómodo hablando independientemente, como durante una comida familiar. Trate de obviar hablar sobre el tema justo antes de irse a dormir.
Un buen punto de partida es preguntar a su hijo qué tanto sabe. Algunos niños logran saber poco sobre lo que está ocurriendo y no estar interesados en conversar de ello, pero otros pueden estar inquietos en silencio. Con los niños más pequeños, las historias, el dibujo, los cuentos y otras actividades pueden ayudar a abrir una plática.
Los niños pueden expresar las noticias de muchas formas, por lo que es significativo verificar lo que ven y escuchan. Es una oportunidad para calmarlos y potencialmente corregir cualquier información errada que puedan haber encontrado, bien sea en línea, en la televisión, en el colegio o de amigos.
Mantenlo tranquilizado y ajustado para la edad
Los niños tienen todo el derecho a saber lo que ocurre en el mundo, pero los adultos igualmente tienen la responsabilidad de mantenerlos a salvo de la angustia. Usted conoce a su hijo mejor. Utilice un lenguaje conveniente para su edad, observe sus reacciones y sea sensitivo a su nivel de ansiedad.
Es normal que igualmente te sientas triste o preocupado por lo que está atravesando. Pero toma en cuenta que los niños siguen las señales apasionados de los adultos, así que trate de no compartir sus temores con su hijo. Converse con calma y sea consciente de su expresión corporal, como las expresiones faciales.
Utilice un lenguaje conveniente para su edad, observe sus reacciones y sea sensitivo a su nivel de ansiedad.
Propagar compasión
Los conflictos frecuentemente pueden traer consigo obsesiones y discriminación, bien sea contra una población o un país. Cuando hable con sus hijos, impida etiquetas como “malas personas” y, en su lugar, úselo como una oportunidad para provocar la compasión, como por ejemplo, con las familias que están obligadas a huir de sus casas.
Concentrarse en los ayudantes
Es significativo que los niños sepan que las personas se ayudan recíprocamente con actos de valentía y misericordia Encuentre historias positivas, como los socorrista que ayudan a las personas o los jóvenes que proclaman la paz.