Tener un trabajo es excelente fuente de prosperidad, bienestar y sobretodo salud. Una persona que se siente completamente realizada durante sus labores y que se desarrolla de forma profesional, es una persona intelectualmente estable, que cuenta con una posición económica buena y estable, favoreciendo y fortaleciendo su propio bienestar psicológico. Debido a este criterio no hay duda posible, que un empleo protege y favorece la salud mental, evitando la aparición de patologías mentales, creando valor estable y terapéutico.
La Fundación Adecco, junto con Johnson & Johnson, ha desarrollado un informe basado en este tema: “UN EMPLEO PARA LA SALUD MENTAL”, haciendo sobresalir la importancia del empleo en personas discapacidades. Empresas, entidades y sociedades especializadas en salud e higiene mental, como la Asociación Española de Apoyo en Psicosis (AMAFE) y Hermanas Hospitalarias, han probado las conclusiones de este informe.
¿Qué impacto tiene el empleo en la salud mental?
Un trabajo que se realiza en unas condiciones psicológicas, socioeconómicas y ambientales favorables, es un medio que enriquece la salud. Proteger la salud mental desde el trabajo, le puede prevenir enfermedades cerebrales contribuyendo en los valores curativos y estabilizadores. Se ha demostrado que las personas durante su jornada profesional se concentran en sus obligaciones y actividades, por lo que no hay tiempo de otras preocupaciones. El estrés o los episodios de ansiedad disminuyen o suelen desaparecer.
Por esta razón, un 75% de los encuestados aseguran que el trabajo los ayuda a enfrentar sus problemas de salud mental, de manera que su calidad de vida incrementa. Por otro lado, un 67% afirma que un empleo fijo mejora su confianza y autoestima y 46% indica que igualmente mejora su tiempo de recreo y el bienestar. Por último, solo 39% opinan que la relación familiar y amigos han mejorado y solo el 34% afirma que, incluso, ha creado su red de apoyos debido a los nuevos contactos que le ofrece su experiencia laboral y profesional.
La discapacidad por daño mental es un obstáculo a la hora de buscar un nuevo trabajo
A pesar de los buenos beneficios que una persona discapacidad o diagnosticada con algún problema mental tiene para ofrecer a una sociedad, aun así se le hace difícil acceder a un nuevo trabajo, suele ser una gran barrera por su condición. La huella social frente a la incapacidad mental hace que sobrelleven un constante rechazo por prejuicios implicados sobre su valor profesional.
Entre los estereotipos más frecuentes, es que los empresarios o trabajadores de recursos humanos opinan que van a tener un mayor incremento en la falta laboral. Igualmente piensan que pueden tener episodios conflictivos y empeorar el ambiente laboral, sufrir cuadros de ansiedad o estrés que disminuyan su productividad y adaptación en el puesto de trabajo.
Las empresas, sociedades o industrias que nos les ofrecen la oportunidad de mostrar lo que en realidad valen estas personas, están perdiendo un excelente potencial de talento único.