La ansiedad y la inseguridad son una gran parte de la pandemia del coronavirus. Estos consejos emitidos por expertos para hacer frente a la angustia pueden ayudar.
Avanzar necesita concentración. Hay series que se dedica a explorar caminos hacia un bien mayor, acentuando inconvenientes que son esenciales para hacer del mundo un espacio mejor.
Avanzar pretende enfoque. La cual está dedicada a explorar caminos hacia un espacio mayor, destacando inconvenientes que son fundamentales para una mejor vida.
Por mucho que intentemos conservar a raya la inseguridad y la ansiedad, en última instancia es una misión imposible.
Aunque, no puedes culpar a la gente por desearlo, principalmente cuando el mundo parece cada vez más abstraído en el caos. Bien sea por el desempleo generalizado, la fuerte pandemia de coronavirus o hasta el cambio climático acelerado, la mayoría de las personas quiere aferrarse a algo seguro y positivo.
La buena noticia es que, si bien no logramos dictar cómo o cuándo nos ocurre la desgracia a nosotros o a nuestros seres queridos, podemos hallar formas de controlar la ansiedad por esos miedos.
Favorecer las herramientas de autocuidado
Es significativo recordar que no existe una fórmula única y universal. Ciertas personas se van por respiraciones profundas; otros elegirían hacer ejercicio. Varios favorecen las herramientas de autocuidado, como una alimentación y tener un sueño saludable, y otros hallan consuelo en la terapia profesional. Muchas personas prefieren todo lo anterior.
Si bien ninguna de estas destrezas o técnicas sustituye los cambios políticos sistémicos que ofrecen una red de seguridad equitativa para todos, la capacidad de hacer frente logra hacer que los problemas sean más llevaderos.
Antes de que la COVID-19 obligara a los norteamericanos a entrar en un mundo de «autoaislamiento», mucha gente a las que amo ya sufrían por sentirse aisladas y solas. Entonces, cuando se nos dio la orden de retirarnos de las reglas sociales que una vez conocimos, sin duda exacerbamos los síntomas que habitualmente acompañan a la soledad: depresión, angustia y todas esas cosas distraídas que esperamos desaparezcan con bastante distracción o evitación.
Ayudar a otros hace la diferencia
Cuando se piensa en cómo ayudar a los que amamos, igualmente piensa en lo que necesariamente me ayudaría a mí también. Saber que hay gente en su vida que se aproximarán a usted recordándole que lo que sea que esté pasando en un día en específico no es permanente, eso le ayuda bastante. Saber que, a pesar de la fuerte restricciones en la vida, hay quienes te aman absolutamente y además aquellos a los que amas, están ansiosos por conectarse diferentemente al otro lado de esto, igualmente ayuda.
La soledad es como un asesino silencioso, por lo que cuanto más facundos podamos formular no solo nuestro cuidado por aquellos que están sufriendo, sino igualmente expresar nuestra angustia a quienes nos cuidan, esa es la única manera en que sé cómo defenderme.