Para poder circular por las carreteras de un país, el vehículo que portemos debe pasar la Inspección Técnica Vehicular (ITV). Estas inspecciones no son casuales, pues gracias a ellas se obliga a los conductores a realizar exámenes vehiculares cada poco tiempo. Sin embargo, aunque la ITV es la revisión más conocida, no es la única que debemos realizar en el vehículo.
Por supuesto, antes de inspeccionar cualquier turismo y realizar exámenes, es importante comprobar los requisitos del seguro vehicular, asegurándote así de tener el seguro de coche en las condiciones óptimas antes de enviarlo a cualquier taller.
En caso de no cumplir los requisitos o querer mejorar el seguro, intenta realizar estos trámites lo antes posible. Una vez cumplimentado el seguro, ha llegado de momento de revisar el coche.
Revisiones del coche obligatorias y recomendadas
Antes de empezar, es importante tener presente que las revisiones vehiculares son, como hemos dicho, una manera de garantizar que los turismos cumplen los requisitos necesarios para circular. Aunque pueda parecer un desembolso innecesario, debemos tener presente que gracias a mejorar las piezas de los coches y vehículos evitamos accidentes que pueden poner en peligro nuestra vida y la de los demás.
Una vez comprendido que la revisión no es un gasto, sino una inversión, vamos a ver qué revisiones son necesarias, cada cuánto tiempo hay que hacerlas y qué debemos tener en cuenta en cada caso. Esto no quita que, ante la posibilidad de una anomalía en el funcionamiento del vehículo que pueda crear duda sobre un fallo en el coche, el usuario acuda inmediatamente a un taller para evitar siniestros y problemas en carretera.
¡Empezamos!
ITV
La ITV es la revisión más importante. Esta inspección es obligatoria a nivel comunitario y se trata de un análisis por parte de talleres expertos, que realizan un seguimiento para conocer si tu vehículo cumple o no la normativa de seguridad mínima.
Todos los vehículos deben someterse a la ITV, aunque su periodicidad varía. Por ejemplo, los vehículos de menos de 4 años no tienen que pasar ITV, pero a partir de ahí, y hasta los 10 años de antigüedad, deberán pasar la ITV cada dos años. Una vez que el vehículo tiene más de 10 años, está obligado a pasar este examen de manera anual. En esta revisión los mecánicos comprobarán el sistema de iluminación, el estado del motor, el frenado del vehículo o la amortiguación, entre otras.
Revisiones según el modelo
Además de la ITV, cada vehículo cuenta con una revisión diferente dependiendo del fabricante y el modelo. A diferencia de la ITV, estas revisiones no son solicitadas por parte de los agentes de tráfico, pero sí que pueden anular la garantía del coche o afectar a la no superación de la ITV. Por lo tanto, su control es fundamental.
El libro de mantenimiento vehicular que acompaña a cada vehículo contiene la información sobre las revisiones. Así, en cada caso los fabricantes recomendarán comprobar el aceite, cambiar los filtros o controlar el líquido refrigerante cada cierto tiempo o kilómetros.
Pese a ello, existen unas medidas más o menos generales para ciertas revisiones. En el caso de los kilometrajes, suelen servir a todos los fabricantes como punto de partida para recomendar revisiones. Por ejemplo, el cambio de aceite se recomienda cada 15.000 km, pero depende de cada caso.
En este sentido, y dado que el examen lo lleva a cabo un profesional, lo aconsejable es acudir a un taller antes de la ITV para que revise todos los elementos de nuestro coche. De ese modo, estaremos prevenidos ante cualquier contratiempo.