En pocos meses Elon Musk completara su compra de Twitter, y lo más posible es que esté aún más lejos, cambiando una de las plataformas de redes sociales más activas del mundo. Cuando llegue la fecha, es posible que la propiedad de Musk, con un acuerdo de 44 mil millones dólares que hará que la plaza pública de Internet sea completamente privada, tenga consecuencias de gran trayectoria para la comunicación en la plataforma y otras iniciativas.
¿Qué obstáculos legales y normalizados se le presentan a Musk antes de que logre tomar por completo el control de Twitter?
Pocas dificultades se interponen en el camino de Elon Musk para tomar las riendas asimismo de que el propio multimillonario cambie su forma de pensar, expresó Zohar Goshen profesor de derecho de la Universidad de Columbia.
Por un lado, Elon Musk suplicó en que Twitter renunciara totalmente a lo que se llama como cláusula go-shop, que habría avalado a la compañía el derecho de buscar otro postor a un precio más alto, aunque, de hecho, Twitter aún podría aceptar una oferta más alta siempre que cancele una tarifa por mil millones de dólares a Elon Musk, quien igualmente el estaría obligado a cancelar esa tarifa si cambia de opinión.
De este modo, Musk renunció completamente a su derecho a revisar el desempeño económico de Twitter, lo que señaló durante una entrevista en el momento de la oferta: «No me interesa la economía en absoluto».
La transacción actualmente depende de la mayoría de los inversionistas de Twitter
Sabemos que un accionista importante es el príncipe saudí Alwaleed bin Talal, indicando su desaprobación por la evaluación de la compañía, el directorio de Twitter certificó el acuerdo por acuerdo y recomendó que otros socios hicieran lo mismo. Un socio expresó el lunes que el historial de Musk en Tesla y la claridad sobre sus proyectos de cambios en Twitter lo haría un propietario apropiado.
En cuanto a los reguladores, expresó Goshen, las autoridades norteamericanas no tendrían mucho sentido en el punto de vista anticompetitivo gracias a que Musk no tiene otras plataformas de medios y, por lo tanto, el pacto no representa una afirmación dentro de la industria evidente de Twitter.
Otros observadores han dicho que mostrar una objeción a un acuerdo privado representaría un cambio sorprendente en la práctica tradicional. Goshen expresó que los reguladores europeos podrían exigir a Musk y Twitter añadir protecciones para poder compartir datos, pero no conseguirían frustrar el acuerdo por sí mismo.