En ocasiones, hemos necesitado dinero y no contamos con el suficiente para hacer frente a gastos inesperados. Es por esta razón y muchas otras razones, que podemos plantearnos solicitar microprestamos de forma rápida y sencilla. Sin embargo, aquellas personas que no pueden devolver el dinero en el tiempo establecido, se les recomienda no solicitarlo. Si ya posees deudas, externas al micropréstamo, un financiamiento de este tipo no es recomendable. Puesto que, se debe cancelar más dinero del que se solicitó. Las comisiones de este tipo de financiamiento son muy altas y es por esto, que se multiplican los intereses.
¿Una solución o un problema?
Los micropréstamos son una manera de financiamiento. A través de la cual puedes solicitar una cantidad poco elevada de dinero, y la cual debes cancelar en poco tiempo. Estos productos no aspiran ser de tu ayuda para emprendimientos, sino que son una solución rápida en un momento desesperado. Comúnmente, el plazo para que pagues la cuota completa del préstamo son máximo 30 días; es decir, un límite corto de dinero.
Este servicio lo ofrecen algunas empresas prestamistas, diferentes a los bancos y son una excelente opción. Se distinguen de estas entidades de crédito, por su rapidez de respuesta y las mínimas condiciones que exigen en el proceso. Estas compañías aumentan más y más su clientela con el pasar de los días; lo que implica que cada vez sean más reconocidas por la población española.
Ventajas y desventajas
Al igual que todo proceso, los micropréstamos presentan una serie de ventajas y desventajas, frente a otras casas financieras. Entre las ventajas que resaltan tenemos:
– Proceso rápido y sencillo para la solicitud por parte del cliente. En menos de 24 horas obtendrás la aprobación y los fondos.
– Posibilidad de gestión por internet.
– Los requisitos son flexibles si se comparan con los préstamos tradicionales.
– Algunas empresas microfinancieras ofrecen asesorías a pequeñas compañías, con vista a convertirse en negocios prósperos.
Por otra parte, las desventajas que presentan son:
– En su mayoría, los productos de financiamiento son bastante costosos. Puesto que las comisiones son elevadas.
– Solo es posible que solicites pequeñas cantidades de dinero. Aproximadamente, la cantidad del préstamo va desde 100 hasta 750 euros. Sin embargo, existen entidades que aprueban con previo estudio, valores de hasta 1000 euros.
– Hay algunos prestamistas que tienen restricciones, en cuanto al motivo en el que vayas a gastar el dinero. Probablemente comprar un inmueble o cancelar las deudas de otros préstamos, sea una de ellas.
– El retraso en las cuotas acarrea un incremento en las cuotas de pago.
Ahora que conoces parte de los pros y los contras de estas entidades financieras. Es recomendable, que analices muy bien la empresa en la que solicites el dinero, de esta manera, te aseguras de que la misma cumpla con las necesidades y expectativas que deseas.
Paso a paso para tu solicitud
Solicitar micropréstamos de forma online es bastante rápido y sencillo. Solo debes seguir 4 simples pasos y ¡listo!
1- Cumplir con los requisitos que exigen los prestamistas. Así, el proceso es fluido y el tiempo de respuesta en menor. Entre los requisitos más resaltantes se encuentran:
– Ser mayor de edad. Es decir, cumplir 18 años o más.
– Residencia en España.
– DNI vigente.
– Titular de la cuenta de banco a donde se te enviaran los fondos.
– Demostrar una cantidad de ingreso que permita cancelar tu préstamo.
2- Seleccionar la cantidad que vas a solicitar. Muchas veces el monto de dinero que pides depende del propósito de tu solicitud.
3- Elegir la mejor entidad financiera para ti. No todas las empresas especializadas en microcréditos se adaptan a tus necesidades.
4- Reúne los recaudos y completa la solicitud. Una vez completado los pasos anteriores, entra a la página web de la casa financiera y rellena el formulario que se te presenta con tu información básica.
En caso de ser aprobada tu solicitud, te enviarán los fondos directamente a tu cuenta bancaria, tan solo es cuestión de horas o minutos, dependiendo de la compañía.
Es importante resaltar que, en todo momento, debemos asegurarnos de leer los términos y condiciones antes de concretar el trato. Para así, evitar errores que salgan más costosos de lo que en un principio se solicitó.