HSBC, con sede en Londres, el octavo banco más grande del mundo, llevará a cabo una serie de pruebas y experimentos utilizando tecnología de cifrado cuántico en colaboración con Amazon Web Services, BT y Toshiba.
HSBC es el primer banco en comprometerse a probar la nueva red «metro» cuántica, un sistema de transacciones seguras que utiliza criptografía indescifrable para proteger las transacciones mediante criptografía cuántica.
Desarrollada por Toshiba en asociación con el gigante de las telecomunicaciones BT, la red de metro cuántico está diseñada para permitir transacciones incondicionalmente seguras entre instituciones. HSBC probará varios casos de uso en la red, incluidas transacciones financieras, videollamadas y computación perimetral.
Uno de los principales usos de la tecnología cuántica con los que HSBC experimentará se denomina «distribución de clave cuántica» (QKD). Esta es esencialmente la salsa secreta que permite que dos partes separadas por la distancia se envíen información de manera segura.
Los QKD son claves de cifrado únicas generadas para ambas partes al mismo tiempo. Gracias a lo que Albert Einstein llamó “acción espeluznante a distancia”, los estados cuánticos tienden a colapsar cuando se miden. Por lo tanto, los datos cuánticos se consideran impenetrables.
A los efectos de QKD, esto significa que cualquier intento por parte de una parte externa de ver, espiar, interceptar o modificar una transacción manipulada sería inmediatamente detectable por ambas partes.
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Actualmente, existen limitaciones tecnológicas sobre la distancia a la que se pueden enviar los QKD. Cuando las personas envían datos clásicos, información destinada a ser utilizada por una computadora tradicional no cuántica, a largas distancias a través de fibra óptica, las personas pueden aumentar la intensidad de la señal de los fotones que transportan los datos.
Sin embargo, los fotones que transportan datos cuánticos no pueden potenciarse y sufren pérdidas exponenciales debido a la naturaleza «ruidosa» de la información cuántica. Esto significa que cuanto más larga sea la red de fibra óptica, es menos probable que los datos cuánticos sobrevivan a la transmisión. Los límites actuales se pueden superar utilizando fotones de alta intensidad, pero los científicos apenas están comenzando a desarrollar estas soluciones.
Científicos en China, por ejemplo, publicaron una investigación en mayo de 2023 que indica que enviaron con éxito QKD a más de 1000 kilómetros (621 millas) de cable de fibra óptica, un nuevo récord mundial de QKD sin retransmisión.
Sin embargo, las pruebas que HSBC está realizando en la red de metro BT-Toshiba no necesitarán tanta pista. Según el anuncio, las pruebas se llevarán a cabo en 62 kilómetros (38 millas) de cable de fibra óptica en Inglaterra, conectando la sede mundial del banco en Canary Wharf con un centro de datos en Berkshire.