El Salmo 3 desde muchos siglos atrás es usado como la Oración matutina que nos lleva a la confianza en Dios en cada despertar. Un salmo que nos muestra la esperanza y confianza para poder sobrellevar un futuro de bendiciones y abundancia, no solo en lo material sino en aquel consuelo espiritual.
Explicación por versículos del Salmo 3
Este es el tercer salmo de la Sagrada Biblia, es la oración perfecta para iniciar cada mañana, es uno de los escritos más interesantes y conmovedores. Este texto es una alabanza a Dios, donde se muestra la fe y cordialidad en él.
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Versículo 1 y 2
Este era un tiempo difícil para David, momento cuando enfrentaba una rebelión contra su gobierno, dirigido por su hijo Absalón.
Durante esta rebelión, muchas poblaciones de Israel, hicieron alianzas con Absalón. El dolor y la ambición por la venganza de Absalón tras la violación de Tamar, su hermana por parte de Amnón, otro de los descendientes de David, fue creciendo en este círculo hasta llegar ser una revolución contra el gobierno de su propio Padre, con el paso del tiempo y su carisma para hablar fue convenciendo a sus allegados a oponerse contra el rey David de esa forma él se quedaría con el poder y comandaría su propio ejército.
Aunque David no logro manejar este desequilibrio contra sus hijos, no logro el arrepentimiento de Absalón, inclusive David venía de una caída moral tras la pérdida de uno de sus hijos como venganza por el asesinato de Urías, el esposo de Betsabé.
David tenía claro que se podía refugiar en el Señor con toda confianza y tranquilidad en este momento tan difícil.
Muchos pensaban que era el fin de David, y que podría perder la confianza en Dios pensando que no podía librarse de este ataque familiar.
Versículo 3 y 4
En esta parte se muestra la declaración de fe que hace David en uno de los peores momentos de su vida. No es una plegaria, ni una promesa, sino un testimonio, sobre lo que es Dios en nuestra vida.
Cuando afrontamos situaciones difíciles y de peligro, debemos aclamar como David, manteniendo siempre presente que Dios es nuestro escudo y aquel que nos levanta, no solo en momentos difíciles sino en el gozo también. A través de la oración, Dios nos protege y levanta como nunca antes, restaurando los pecados y alejando aquellos enemigos que quieran dañar nuestra vida. Él es nuestro mejor refugio, y eso es lo que nos indica este Salmo que imploremos a Dios con nuestra boca.
Versículos 5 y 6
Este versículo nos muestra la mano protectora y poderosa de Dios, es tan poderosa que David dice haber estado muy tranquilo, él sabía que el Señor era quien lo sostenía. Cuando hacemos de Dios nuestro soporte en el alma y espíritu, podemos mantener su cobertura, su enorme poder y su prestigioso. Recuerda que el Espíritu Santo te proveerá el descanso que tanto necesitas.
Cuando llegamos a conocer a Dios espiritualmente, sabemos que Él siempre estará con nosotros. Tenemos un convencimiento profundo y real. Él tiene el poder de librarnos de todo mal para sustentar nuestro espíritu hasta en los peores momentos, y así sobrellevar las tormentas en paz.
Versículo 7
En este fragmento David pide con ira que Dios se levante contra sus enemigos, a través de una oración de furia, que sale de un alma quebrada por la injusticia y traición de su propia sangre. Por eso que David se postraba ante Dios, sabía que solo él tenía el poder de vencer a los enemigos.
Versículo 8
El mando de David fue invicto, próspero y memorable, Dios lo eligió, no porque era hábil o un gran guerrero, sino por su fe y manteniendo el nombre de Dios por delante de todo. Era un idólatra, su fervor al Señor era incuestionable, eso lo hizo especial y único ante los ojos de Dios. El Señor ve los sentimientos más profundos, y David, es ejemplo de esto, rechazado por sus hijos, despreciado por sus hermanos, pero fue el escogido de Dios para dirigir el pueblo de Israel.