Se considera que las actividades en tierra son la primordial fuente de ingresos para diferentes gobiernos, pero las actividades industriales terminan en el mar, en los últimos años se ha visto una gran abundancia de derrames petroleros que han acabado con la naturalidad del medio. Los residuos que dejan los vehículos y la industria causan cerca de 50% de las alrededor de 2,5 millones de toneladas de petróleo y todos sus derivados cada año, quedando depositados en el fondo de los océanos.
La contaminación por sustancias de la agricultura causa la aparición masiva de algas que sofocan los mares al usar todo el oxígeno en su desintegración. De esta manera, la contaminación industrial “no ayuda” en la reparación de estos territorios.
¿Los mares han terminado radiactivos?
En este punto no se hace referencia a las pruebas nucleares que tanto los norteamericanos, franceses y rusos han llevado a cabo sin penar en nadie. Por ejemplo, la última prueba realizada por el gobierno francés donde se bombardeó diferentes arrecifes en Mururoa (islas de la Polinesia francesa) en 1995, para ver que tal actuaban sus «explosivos» nucleares.
Por otro lado, los norteamericanos y rusos se callaron y terminaron bombardeando los océanos con otros terribles “explosivos” nucleares de los cuales nadie ha hablado de los efectos contra el medio ambiente de forma general.
Esto no tiene comparación con la alta contaminación derivada con los residuos nucleares de las industrias de productos nucleares, como por ejemplo la de Hague en Francia o la de Sellafield ubicada en Inglaterra. Se hallan alto contenido radiactivo en algas ubicadas a miles de kilómetros en Noruega y hasta en Groenlandia.
¿Qué son los COP?
Mejor conocido como Acrónimo para Contaminantes Orgánicos Persistentes, es una recopilación de 4.500 sustancias que son altamente peligrosas que se depositan en tejidos de todo organismo vivo, generando toda clase de enfermedades y cánceres.
Los COPs involucran venenos y dioxinas que llegan al hombre principalmente mediante el consumo del pescado azul, que suele acumular con facilidad este tipo de sustancias, sobre todo si el animal es viejo. En diferentes países se fabrican harinas de pescado para sustentar a los peces de piscifactoría, aves, cerdos y otros bovinos.
El inconveniente es que el humano no ve esta contaminación y por muchos años nos hemos visto engañados sin darle importancia y reconocer las mentiras y los daños que generan los centros industriales y gobernantes que afirman su inexistencia. De hecho, en esta era ya estamos pagando nuestra propia acción con la presencia de enfermedades como: cánceres, enfermedades autoinmunes o crónicas.