La silla de oficina es determinante para una buena postura corporal, y con esta, poder optimizar la ergonomía del trabajo.
En los trabajos de oficina, las personas suelen tener la movilidad reducida, si además de eso, la postura es inadecuada, los problemas físicos y psicológicos pueden aflorar.
Una silla de oficina diseñada ergonómicamente, es un factor determinante para la salud, la productividad y el bienestar del trabajador.
Beneficios de las sillas de oficina ergonómicas
Las sillas de oficina diseñadas con criterios ergonómicos tienen muchos beneficios. Los siguientes son algunos de ellos:
- Reduce el dolor de espalda. Una de las consecuencias de estar mucho tiempo sentado, es que esa postura le puede generar estrés a la espalda. Con una buena silla de oficina, la espalda tiene buen soporte y se reducen las molestias de una manera importante.
- Adaptables. Una buena silla de oficina tiene la posibilidad de ajustar sus dimensiones, lo que permite que el usuario la adapte a su gusto. Con esto se consigue una gran comodidad para trabajar.
- Reduce la rigidez. En una silla sin diseño ergonómico, el usuario debe mantener los músculos tensos para mantener la posición. Las sillas ergonómicas permiten relajarse, ya que se consigue el soporte adecuado para cada parte del cuerpo. Con esto se previenen las contracturas y los dolores generalizados.
- Reduce la fatiga. Con una buena silla de oficina, el cuerpo puede relajarse y descansar. Con esto, la persona requiere menos esfuerzo para realizar su trabajo, lo que reduce el cansancio y las molestias.
- Permite moverse. El diseño de las sillas de oficina en Málaga, por ejemplo, permite que el usuario realice algunos movimientos, como mover el tronco, girar, flexionar las piernas, etcétera.
- Aumenta la productividad. El trabajador que está cómodo, trabaja más y mejor, logra concentrarse adecuadamente, y realiza sus labores con mayor rapidez.
- Reduce los dolores de hombros. La postura de los brazos y la falta de soporte, tienen una incidencia importante en los hombros. Está comprobado que los apoyabrazos mejoran enormemente los dolores de hombro y espalda.
- Reduce los dolores de piernas. Una buena silla de oficina debe permitir que el usuario apoye la planta de los pies sobre el suelo y que las rodillas formen un ángulo recto, de forma que con esta posición, las piernas se relajan y se reducen las molestias. Para conseguir esto, la altura de la silla debe ser ajustable.
- Mejora la sensación térmica. Una buena silla de oficina debe estar fabricada con materiales que no retengan el calor. Un diseño que permita que el aire circule y que el calor se disipe, puede proporcionar una mayor comodidad para trabajar.
¿Cómo usar la silla de oficina?
Para sacarle el mayor provecho a la silla de oficina, se aconseja hacer lo siguiente:
- Para ajustar la altura es necesario sentarse en la silla y ubicar el mecanismo para hacer la silla más alta o más baja. Accionar el mecanismo hasta que las rodillas formen un ángulo recto, mientras los pies descansan sobre el suelo.
- Girar el respaldo de la silla de oficina, hasta que la espalda quede recta y relajada. De esta manera se podrán reducir las molestias en la zona lumbar.
- Los apoyabrazos deben sostener las extremidades superiores, de manera que descansen y puedan moverse para trabajar. Es importante que la altura de ellos se pueda ajustar, hasta lograr una postura cómoda.
- Cada cierto tiempo, el usuario puede echarse hacia atrás, para descansar la espalda y los brazos. Esto lo permite la función reclinable de la silla.
- Si se trabaja con el ordenador, es importante contar con apoyo en la zona cervical. Esto es necesario, porque se debe mantener la mirada en un punto y eso puede causar tensión. El apoyo en el cuello ayuda a liberar la tensión de esa zona del cuerpo.
Elegir la silla de oficina apropiada es determinante para trabajar con comodidad y, al mismo tiempo, prevenir problemas de salud relacionados con malas posturas.