Las diferentes pesquisas que se realiza por medio del análisis de la muestra de células del cuello uterino que tengan firmas epigenéticas características para el cáncer de ovario o mama, PAP es uno de los estudios más frecuentes en mujeres.
El cáncer de ovario en los últimos años ha sido el responsable de la mayor compensación de muertes asociadas a problemas ginecológicos. Actualmente, el 75% de ellos son diagnosticados en una fase tardía es decir cuando el medicamento y la supervivencia tiene poco efecto. El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en mujeres de 40 y 65 años y se suele detectar por medio de una mamografía y una biopsia que es extraída mediante una punción o extracción del tumor ante la cirugía.
Cambios en el ADN un indicio de la enfermedad
Investigaciones han insinuado, que los cambios en el ADN, suelen usarse para pronosticar el desarrollo de este tipo de patologías.
Martin Widschwendter y sus miembros del Instituto Karolinska han analizado si es posible detectar otros tipos de cánceres con la muestras de células extraídas del cuello uterino. Para ello, usaron muestras tomadas de un grupo de 242 mujeres con este tipo de cáncer y 869 sin él. Los investigadores calcularon 14.000 cambios epigenéticos (transformaciones moleculares que dañan los patrones los genes sin que se dañen el propio ADN) en la muestra de cribado.
Los investigadores lograron establecer una firma del ADN cervical, basándose en el índice WID-BC, que brinda la oportunidad de diagnosticar a las mujeres con un cáncer de mama inicial de mal pronóstico fundamentándose en una muestra que no cuenta con un vínculo anatómico con el órgano enfermo. Las pacientes en el cuartil superior del marcaje WID-BC muestran un riesgo 15,7 y en la mayoría de los casos de padecer cáncer de mama, independientemente de otro factor de riesgo.
En el grupo, la firma de muestra permitió a los investigadores identificar el 71,4% de las mujeres con menos de 50 años y el 54,5% superior a los 50 años con cáncer de ovario con una particularidad del 75%. Los resultados se aprobaron además en una muestra adicional de mujeres, donde 47 fueron diagnosticada con cáncer de ovario y 227 no, y hallaron que las mujeres con calificaciones más altas logran tener un mayor riesgo.
Uso de estudios comunes
Los resultados insinúan que las variaciones del epigenoma cervical ponderadas por el índice muestra la predisposición del cáncer en otros tejidos del organismo sensibles a las hormonas, que en la presencia de la enfermedad.
Los investigadores indican que sus descubrimientos sobre el uso de muestras epigenéticas pueden ayudar a la detección de estos tipos de cánceres. Aunque concluyen que se requiera de más investigaciones y pruebas clínicas prospectivas a gran escala para corroborar este descubrimiento.