Desde el inicio de la pandemia del Covid-19 ha existido la interrogante del impacto que esta enfermedad tiene en los más pequeños. Aunque al principio algunos asumieron que los niños no se verían afectados, la realidad ha sido muy diferente. En muchos países tanto jóvenes como mayores se han visto afectados con esta enfermedad, tanto que han llegado hasta la muerte.
Es importante resaltar que la población infantil sí puede llegar a sufrir de Covid-19 y de sus terribles efectos. Sin embargo, la gravedad de ellos en comparación con la de los adultos es muy diferente. Lo cierto es que menos del 1% de los niños llega a condiciones tan graves, pero aún así es un factor al que debe dársele atención. El cuidado llega a ser más relevante en los casos de niños que padecen asma, en especial a aquellos a los que no se le da la debida atención.
¿Por qué es tan importante la vacunación en los niños?
Los expertos en salud afirman que los niños con asma mal atendida tienen más probabilidades de llegar a condiciones graves de salud. Dichas complicaciones los llevaría incluso a ser hospitalizados, un punto en el que obviamente no se quiere llegar. Por esa razón, se ha sugerido que los niños de entre 5 a 17 años de edad con asma mal controlada deben ser considerados como prioridad en el tema de la vacunación.
Se considera que la vacunación es un factor clave para reducir los riesgos de contagio y por supuesto la propagación de Covid tanto en las escuelas como en los hogares. En caso de que un niño con asma mal controlada llegue a ser infectado, los expertos recomiendan que el cuidado debe ser específico y especializado. Hacerlo de esa manera evitará mayores complicaciones, además también se destaca el hecho de que mientras más rápido sea la atención, mejor.
Los niños que sufren de asma y no son atendidos debidamente, deben ser considerados como prioridad ante la vacuna contra el Covid-19 para reducir los riesgos de gravedad y hospitalización.
Medidas para proteger a los más pequeños del Covid-19
- Lavado de manos con frecuencia.
- Toser y estornudar de forma correcta.
- Reducción del contacto físico con otras personas.
- Ejercicio físico diario.
- Dieta saludable y equilibrada.