Por: Dr. Luis Alfonso Estrada Aguado – Especialista en Cirugía de Columna
La cirugía de columna es un procedimiento que muchas personas temen, y con razón. Sin embargo, en mi experiencia como especialista en cirugía de columna, he visto cómo una intervención bien indicada puede cambiar radicalmente la vida de un paciente. La clave está en saber cuándo es realmente necesaria y cuándo se puede optar por tratamientos conservadores.
¿Cuándo se puede evitar la cirugía?
En la mayoría de los casos, los problemas de columna pueden tratarse sin cirugía. Hernias de disco, dolor lumbar crónico y algunas formas de estenosis espinal pueden manejarse con fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios, inyecciones epidurales y cambios en el estilo de vida. Como especialista, siempre priorizo los tratamientos menos invasivos antes de considerar una cirugía.
He tratado a cientos de pacientes que han logrado una recuperación significativa sin necesidad de entrar al quirófano. Sin embargo, el tratamiento conservador requiere disciplina y seguimiento constante. En casos donde el dolor persiste o la calidad de vida del paciente se ve gravemente afectada, es cuando debemos analizar otras opciones.
¿Cuándo es la cirugía la mejor opción?
Hay casos donde la cirugía no solo es recomendable, sino imprescindible. Entre ellos están las hernias discales severas que comprimen los nervios, la inestabilidad vertebral, fracturas en la columna, tumores o malformaciones que afectan la médula espinal. Cuando un paciente sufre pérdida de fuerza en las extremidades, alteraciones en la sensibilidad o incontinencia, la cirugía no debe posponerse.
En mi práctica, utilizo las técnicas quirúrgicas más avanzadas para garantizar resultados exitosos con el menor tiempo de recuperación posible. La cirugía de columna ha evolucionado enormemente en los últimos años, y hoy contamos con procedimientos mínimamente invasivos que permiten una recuperación más rápida y menos dolorosa para el paciente.
Conclusión
Cada caso es único y requiere una evaluación especializada. Mi compromiso como cirujano de columna es ofrecer un diagnóstico certero y un tratamiento personalizado, asegurando que cada paciente reciba la mejor opción para su problema. La cirugía nunca debe tomarse a la ligera, pero en los casos indicados, puede ser la solución definitiva para recuperar la calidad de vida.