Entre los eventos negativos concernidos con el trabajo sobresale el burnout o mejor conocido como el síndrome del trabajo quemado. Este es aquel que sobrelleva un estado de cansancio laboral incesante o se encuentra desmotivado por la actividad que desempeña. Llevándolo a otro riesgo, más alarmante, como la renuncia, o conocido también como la postura que toma el trabajo, pero lo ideal es: hacer lo recomendable, sin excederse en tareas ni horarios, para no ser destituido.
Esto está sucediendo entre los que no se encuentra en posición de renunciar voluntariamente a la compañía, pero tampoco consiguen cambiar de trabajo ni poseen una flexibilidad horaria ni la estimulación que les gustaría. Siempre un trabajador realizará su gestión por su sueldo para vivir, pero si te esfuerza más no quiere decir que te darán más de lo correspondiente, explica secretario general y del consejo de Manpower Group Álvaro Álvarez.
De esta manera se indica que la asignatura pendiente de las compañías, tras varios años de ensayos de forma improvisada el teletrabajo, es tomar decisiones atractivas para que el trabajador pueda contar con flexibilidad “Es muy difícil regresar al modelo presencial y esta carencia de propuestas, por parte de las compañías, a lo único a lo que lleva es a la antipatía y a la falta de responsabilidad”.
Indica también, que las oficinas han dejado de ser espacios atractivos, donde antes sucedían cosas, y hoy en día raramente ocurre algo emocionante: se constituían actividades, había fiestas de zumba, se brindaba servicio de cocina y el no contar con ese modus podrá desencadenar un agotamiento mental de los empleados. Hay que convertir los lugares de trabajo en espacios donde apetezca ir, donde se crean ideas, donde se relacione con la gente.
¿Qué consecuencias trae?
La conformidad familiar y laboral, siempre ha sido resultado complejo para trabajadores. Pero hoy en día, esto ha logrado un significado totalmente diferente.
Por ejemplo, el cambio cultural trajo la redención o, mejor dicho, la visibilización de una noción clave y que es indiferente de un plan de negocio: la centralidad de trabajadores quedaron en los días donde se pensaba que los trabajadores como meras piezas de recambio de un organigrama productivo. Actualmente, los trabajadores comprenden el valor que dan a sus organizaciones exigiendo el trato que merecen para la repercusión de su rol dentro de una sociedad.