A pesar de que la Tierra por muchos años ha sido llamada con el apodo de planeta azul, cerca del 97% de esa agua azul es básicamente agua salada. Una fuente necesaria para la existencia de la vida. Aunque el agua salada no puede beberse directamente.
Existe afortunadamente un ciclo natural donde podemos contar con agua dulce y es visto a través de los glaciares, lagos, ríos, o aquellos depósitos subterráneos. Aunque no son del todo suficientes para algunos rincones del planeta que se ha visto su sufrimiento por la sequía y desabastecimiento. Una viable solución se basa en desalinizar el agua salada. Pero las técnicas actuales son caras y no consiguen satisfacer la demanda de conseguir suficiente agua bebible o que sea potable.
Justamente, uno de los efectos de la crisis atmosférica es que la meteorología se ve afectada. Y las épocas de sequía son más extremas y prolongadas. Y las lluvias terminan siendo torrenciales, cayendo grandes cantidades de lluvia en poco tiempo y en espacios donde no se puede aprovechar al máximo para su uso humano.
También existen zonas del mundo donde la necesidad del agua se ha vuelto muy alta por la presión demográfica y tras el impacto de actividades como de industria o el turismo y la agricultura.
Aunque el proceso de desalinizar agua se ha convertido en una de las soluciones que logra satisfacer la demanda de agua potable. Junto a otras opciones más ambiciosas en medios como la racionalización y la transformación a una economía sostenible o circular.
Pero para que el procedimiento de desalinización se logre imponer, es preciso el trabajo de investigadores que consiguen dar con procesos más eficientes.
Desalinizar agua usando energía solar
Un estudio realizado por la Fundación Aquae española existen cerca de 765 plantas desaladoras que generan más de 100 metros cúbicos al día. Cada 360 pertenece al agua de mar y 405 de una fuente de agua salobre. De todas las plantas dedicadas a desalinizar agua, solo cerca de 99 tiene una buena capacidad. Es decir, logran generar de 10.000 y 250.000 metros cúbicos diarios.
La técnica más habitual que emplea este tipo de plantas para desalinizar agua es el método de ósmosis inversa. A través de bombas hidráulicas, que se encarga de extraer el agua del mar y es procesada mediante filtros para eliminar las algas, sustancias contaminantes y cualquier otro tipo de componente dañino. La ósmosis inversa ayuda a eliminar del agua de mar cualquier tipo de sólido presente, incluyendo la sal.
Aunque para hacer que esta planta desaladora trabaje correctamente, se requiere de mucha energía eléctrica. Lo que recomienda el proceso sea lo menos sostenible. Asimismo, la salmuera resultante, que no es procesada adecuadamente, generara un impacto descomunal al ecosistema.
Desalinizar agua con luz solar
Integrantes del MIT han creado un equipo investigador para hallar un método más sostenible y eficaz para conseguir agua potable desde las fuentes de agua de mar; desalinizar agua. Y han dado con un procedimiento pasivo, que no necesita de electricidad, y que se maneja con la luz del sol. Todo esto es dado desde el propio océano y lo que conocemos como el ciclo del agua.
El equipo, que han diseñado, elaborado y probado en laboratorio, se basa en la circulación del agua en forma de remolinos, un fenómeno natural que es presenciado en los océanos. Y tras el calor del sol, rápidamente el agua se evapora, dejando a un lado la sal. El vapor de agua es condensado y se consigue agua pura bebible.