Las fintech en América Latina ya no son una rareza: cada vez más, los emprendedores se animan a dar un paso hacia el universo de las tecnologías financieras con ideas, productos y servicios innovadores que combinan, por un lado, algo con lo que las personas conviven desde siempre —las finanzas—; y, por el otro, algo que ha llegado para transformar por completo el mundo: la tecnología.
En este marco, las fintech en América Latina juegan un rol extra, pero igual o más importante: el de la inclusión financiera. Cada vez más personas logran acceder a un manejo de sus finanzas y su dinero con libertad gracias a las fintech.
Pero, ¿de qué se tratan exactamente estas empresas? ¿Cuál es su desarrollo en la región? Te lo contamos aquí.
¿Qué son las fintech?
Las fintech son aquellas empresas cuya actividad corresponde a la conjunción de dos palabras: finanzas y tecnología. Justamente de allí proviene el término que las denomina (finance y technology, en inglés).
El sector fintech, del que forman parte estas compañías de todo tipo de tamaños, es una industria que se encuentra en expansión a partir de un objetivo en común: desarrollar innovaciones que permitan mejorar la prestación de servicios financieros, así como su uso en la vida cotidiana. Entre sus actividades están los pagos digitales, las inversiones y las finanzas alternativas, entre tantas otras.
Las fintech en América Latina
América Latina es uno de los lugares más fértiles para las fintech. De hecho, casi 1 de cada 4 fintech del mundo surgió en la región. En total, y según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se estima que existen 2.482 empresas de tecnología financiera en la región, el 22,6% de las 11.000 que existen a nivel mundial.
En el 2018, las fintech de América Latina eran menos de la mitad de las que existen hoy en día —aunque todavía no hay cifras exactas del desarrollo durante el 2022, por lo que la diferencia podría ser más grande aún. Y si se toma en cuenta el período entre el 2017 y el 2021, el crecimiento anual promedio de estas empresas es del 37%.
En este escenario de dinamismo y expansión, Brasil es el país que lidera en cantidad de fintech, con 771; seguido por México, con 512. Entre ambos países agrupan el 52% de estas empresas en la región. Por detrás se encuentran Colombia (279 empresas), Argentina (276) y Chile (179) que, junto a los dos mercados más grandes representan el 81% de las fintech de América Latina.
¿Cuáles son los segmentos fintech en América Latina?
En América Latina, el segmento de pagos y remesas es el que más predomina entre las fintech. Suponen el 25% de las empresas de tecnología financiera en la región y cuentan con soluciones de las más variadas: tarjetas virtuales, billeteras electrónicas, tarjeta de débito para personas no bancarizadas, transferencias inmediatas, envíos de dinero internacionales y tarjeta de crédito más accesibles para la población.
Asimismo, también se encuentran los segmentos de préstamos (18%); tecnologías empresariales para instituciones financieras (15%); gestión de finanzas empresariales (11%); gestión de finanzas personales (7%); seguros (7%); gestión patrimonial, trading y mercado de capitales (6%); crowdfunding (5%); y bancos digitales (5%).
Si bien los bancos digitales siguen siendo la menor cantidad de fintech, es también el segmento que mayor ha crecido en los últimos años, con una expansión promedio desde el 2017 del 57%. En ese sentido, estas empresas buscan ofrecer alternativas bancarias, con productos tradicionales como pueden serlo una tarjeta de crédito o una tarjeta de débito —pero con opciones digitales como sucursales 100% virtuales.
De hecho, existen otras fintech que se dedican a ofrecer tecnología para estas empresas, y que su crecimiento sea mucho más veloz.
Las fintech en América Latina no paran de crecer, y todo indica que lo seguirán haciendo por varios años más. No solo por ser un sector novedoso, atractivo y con posibilidades de grandes rentabilidades, sino porque cada vez hay más usuarios: se espera que para el 2025 superen los 380 millones en la región.
Soluciones financieras confiables, accesibles y fáciles de manejar. Ese es el objetivo de las fintech en América Latina (y en el mundo).