En el informe se recoge que la facturación de los operadores de juego en línea, lo que en la industria se conoce como Margen Neto de Juego o GGR (por Gross Gaming Revenue), ha alcanzado los 216 millones de euros, cifra un 10% inferior a la del trimestre anterior – de enero a marzo.
A su vez, la facturación ha crecido un 3,4% en términos interanuales – en comparación con el mismo trimestre del año precedente – pero hay que recordar que, en 2020, en las mismas fechas se produjo la suspensión general de competiciones deportivas por causa de la pandemia.
Desglosando el GGR por segmentos, los mejores casinos online España se han llevado el 46% con 100 millones de euros, seguidos muy de cerca por las casas de apuestas (45%) con 92 millones; tras ellas se sitúa el póker, con el 8,5% y 20 millones de facturación, mientras la cantidad restante, muy residual, se la reparten entre bingos y concursos en línea.
Gran paso atrás de las apuestas deportivas
Lo que más sobresale entre las cifras del segundo trimestre del año es el marcado retroceso del segmento de apuestas, que ha caído casi un 17% (16,62) en relación al primero; por un lado, las apuestas deportivas convencionales (de contrapartida) retrocedieron un 9%, y las apuestas en directo bajaron un 13%, mientras que las apuestas hípicas fueron las únicas que crecieron, un 23%.
Por su parte, el segmento de casinos en línea experimentó un ligerísimo crecimiento trimestral del 0,4%, siendo la variación interanual también positiva, del 6,75%. Tanto el segmento de póker como los bingos y concursos online registraron retrocesos, si bien la caída fue más pronunciada en el caso del póker (18% trimestral, 46% anual).
Un negocio al que le crecen los enanos
Para entender la caída de la facturación, particularmente la del segmento de apuestas deportivas online, hay que recordar que desde el 1 de mayo existe en España la prohibición de ofrecer ofertas de captación, los popularmente conocidos como bonos de bienvenida, a nuevos clientes de webs de juego.
Asimismo, desde la misma fecha está en vigor una severa restricción publicitaria que cae sobre los operadores de juego privado, si bien no sobre la ONCE y Loterías y Apuestas del Estado: las empresas de juego sólo pueden anunciarse (por cualquier medio) en horario de madrugada, desde la una a las cinco de la mañana.
Para añadir más leña al fuego, los operadores de juego afrontan desde septiembre una prohibición que se prevé será especialmente dañina para las casas de apuestas, la de patrocinios a clubes deportivos; una práctica que se había popularizado en el caso del fútbol, sobre todo con equipos de primera división en LaLiga.
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