Los animales y humano nos han compartido diferentes enfermedades desde el inicio de los tiempos. Una expresión llamada zoonosis ha ganado un protagonismo desde el surgimiento del coronavirus, que ha dejado de manifiesto la necesidad de invertir en temas relacionados con la prevención mediante el cuidado del medio ambiente y la gran labor de los veterinarios.
Las garrapatas por ejemplo consiguen transmitir a los seres humanos enfermedades de alto riesgo.
Evidencia antigua
En los textos jurídicos de Eshnunna, iniciada en el siglo XXI antes de cristo, los analistas han hallado referencias a unas compensaciones que los cuidadores de perros debían pagar una indemnización a los familiares de las personas que fallecieron por una extraña enfermedad contraída por la mordedura del animal.
Los registros de relevancia de hace tres siglos grabada en el carácter de Hammurabi, dejando en evidencia una multitud de síntomas parecidas a la enfermedad de Eshnunna que amenaza con empeorar sobre aquel que quebrantar la ley.
A lo largo de la historia van surgiendo cada vez más relatos de hecho extraño que inclusive en la actualidad continua presentándose y quitando la vida cada año a millones de personas en el mundo.
Para los investigadores esos argumentos son enfermedades que, como la triquinelosis o la leishmaniasis cutánea, nos han conducido a lo largo de la evolución del mundo y que, curiosamente, muestran un llamativo espacio similar don de la mayoría de las enfermedades del mundo son de un origen animal y luego fueron cedidas a las personas.
Este hecho curioso que no pasó desapercibido para los primeros expertos en tema de salud, fue creando un camino hacia la hipótesis donde los seres humanos lograron llegar a contraer y compartir las mismas enfermedades que soportan los animales. Actualmente esa hipótesis se ha solidificado y ha dado paso final que llamamos como zoonosis, que no es otra evidencia que “una enfermedad contagiosa que ha sido cedida de un animal a humanos”, tal y como lo muestra la OMS.
Se ha deducido que el patógenos zoonóticos logran ser bacterias, parásitos, virus o agentes no obligados que logran propagarse a los seres humanos por el contacto directamente o mediante los alimentos, el medio ambiente y el consumo del agua no tratada, indica la OMS.
Los seres humanos a lo largo de la historia han creado un vínculo entre las actividades y la manera de la convivencia con los animales y el medio natural, donde las enfermedades que estos factores nos logran llegar a transmitir incorporan un importante inconveniente para nuestra salud.