La melatonina no funciona como complemento nutricional, es más bien un fármaco, que los expertos en medicina protestan por una regulación que evite el uso abusivo por parte de las personas. La Sociedad Española del Sueño indica que cerca de un 14% de la población española padece de insomnio crónico, esto es principalmente en las personas adultas.
Una reciente investigación por parte de la Sociedad Española del Sueño (SES) indica que el insomnio crónico en ese país (ha sido de unos 38 millones a finales del 2022), por lo que se ha duplicado desde su último estudio llevado a cabo en el año 2000 y reafirma la trascendencia que posee esta enfermedad.
Igualmente, se indica que los niños tampoco son librados de este problema, y que suelen verse afectados a mantener el sueño, los daños respiratorios, las parasomnias, las alteraciones del ritmo circadiano (puede ser dado en la adolescencia) y esos problemas de las piernas inquietas. De forma generalizada suelen afectar a un 30% de la población pediátrica (siendo exactamente a dos millones de pacientes menores de 16 años).
Con esa vista de fondo, el interés por utilizar la melatonina en el medicamento de estos malestares tampoco ha dejado de incrementar. Son diferentes los factores que determinan esta tendencia. Es una especie de hormona que es segregada por la glándula pineal a través de un ritmo circadiano, lo cual favorece la regularización entre sueño y vigilia. Tras ese proceso cronorregulador se agregan propiedades antioxidantes, inmunológicas y oncostáticas. Igualmente, es sencillamente administrable y sintetizable por vía oral.
Los cambios de oscuridad y luz altera el sueño
Se considera que su secreción natural está vinculada a los cambios de oscuridad y luz, junto a otros tipos de sincronizadores como por ejemplo la alimentación, aquellos hábitos sociales y la realización de ejercicio. Su producción se minimiza con la edad tras una recíprocamente proporción de la mala calidad del sueño. Un suceso que ha reforzado la idea de que su pérdida es, al menos una pequeña parte, responsable para estos trastornos.
Por lo tanto, la validez de un uso exógeno depende de la indicación sea llevada a cabo bajo vigilancia médica y que se consuma cuando corresponde. Debe ser administrada a quien le corresponda cómo toca y bajo un control médico debido a que es un fármaco que no debe ser consumido sin valoración, indica Óscar Sans, organizador del Grupo Pediátrico de la SES. Indicando también que la melatonina debe estudiarse como se administra.
Una investigación publicada por el Grupo de Insomnio de la SES dio a conocer que el principal regulador del ritmo entre la vigilia y sueño, la melatonina, es un medicamento de “interés” para tratar los problemas de insomnio y las alteraciones de las fases de sueño.