Incluir productos cerámicos en el proceso de construcción o reforma en habitaciones, cocinas o baños aportan, además de su función de revestimiento, características muy particulares que permiten dar forma y personalidad a cualquier proyecto.
Los diferentes tipos de texturas y colores de los productos cerámicos se convierten en el punto focal de un proyecto de decoración o reforma de un espacio en el hogar. El uso de azulejos y elementos de cerámica abarcan una gran cantidad de estilos, su combinación permite crear desde estilos vintage, rústicos, modernos o minimalistas.
Lo principal es utilizar todos los productos de cerámica de la mejor calidad para lograr ambientes estéticamente agradables, además de funcionales y duraderos. Los productos cerámicos se emplean tanto en revestimientos de suelos y paredes, como en encimeras y otras superficies para interiores y exteriores, además de otros elementos (bañeras, piezas sanitarias y accesorios).
Revestimientos de calidad
Cada pieza de cerámica es fabricada en arcilla o barro que se somete a altas temperaturas, técnica por medio de la cual se logran varios tipos de texturas y niveles de calidad y resistencia.
Los revestimientos cerámicos tienen tres tipos básicos de acabado: los azulejos que se caracterizan por tener un acabado esmaltado brillante, en diferentes grados. El gres se logra con una masa cerámica que se cuece para adquirir apariencia vitrificada o esmaltada de alta resistencia. El tercero es el barro cocido con apariencia más rústica.
El uso de productos cerámicos como revestimiento cumple funciones prácticas: proteger la obra gruesa o elementos estructurales de una obra; la segunda función es que da un acabado estéticamente más agradable y armonioso. Tercero, sirven como aislante térmico al restringir el paso de las altas o bajas temperaturas, así como de la electricidad. No son combustibles y son resistentes a la erosión.
La cerámica permite impermeabilizar y crear áreas más higiénicas. Finalmente, el revestimiento es uno de los factores que le da más valor a un inmueble.
Adaptable y personalizable
En un proyecto para decorar el hogar es esencial tener claro los gustos de las personas que van a compartir el espacio. Los productos cerámicos son empleados principalmente en cocinas y baños, por razones estéticas, pero también para aprovechar su potencial impermeable y aislamiento, además de ser de fácil mantenimiento y durable.
Entre tantas posibilidades, lo difícil es elegir la preferida. Las piezas cerámicas para revestimiento vienen en diferentes formas (cuadrados, hexagonales, rectangulares) y tamaños, desde azulejos en pequeños y grandes formatos.
El acabado de las cerámicas de revestimiento en paredes y suelos puede ser esmaltada o mate. Algunas son tan brillantes que pueden tener apariencia de espejo y algunas son vidriadas.
Hay azulejos unicolores, con diseños, de varios tonos y con dibujos. Algunos se asemejan a piezas de madera, piedras, mármol, cuarzo, incluso, con apariencia a cemento para un look industrial. Las posibilidades son infinitas y tienen que ver con una variedad de aspectos como el gusto, la intención o quienes lo van a disfrutar.
Inspirarse en los detalles
Las webs de diseños y las páginas de los fabricantes de cerámicas son lugares perfectos para inspirarse en todo lo que se puede lograr. La gran ventaja es que se pueden mezclar diversas formas, estilos, colores, para lograr esa apariencia única y personalizada.
Una de las tendencias que se han popularizado en los últimos años es el uso de los grandes formatos cerámicos para revestir paredes y pavimentar. Es un gran beneficio el hecho de que mientras más grandes son las piezas, se requieren menos juntas y es más fácil de mantener.
También está muy en boga emplear piezas de cerámica con toque y dibujos
vintage, lo que da carácter y originalidad a cualquier decoración. Son espacios atemporales que se convierten en amigables y divertidos.
También se utilizan piezas complementarias de cerámica como rodapiés, gresite para piscinas, decorados de muchos estilos, piezas para salpicaderos y todo tipo de detalles a escoger.
Algunos eligen tonalidades oscuras, otros tonos claros y combinados. Otros se decantan por colores neutros, mientras que otros prefieren sorprender con colores originales, todo depende del efecto que el decorador o el cliente quiere lograr.