El inicio del 2022 está siendo complicado para las criptomonedas, dando continuidad a su racha bajista en consonancia con las últimas semanas del pasado año.
Según los analistas, dos parecen ser los motivos principales de la actual situación de las criptomonedas que mantiene en vilo a los inversores. Las políticas de la Reserva Federal de EEUU (FED) y los disturbios en Kazajistán.
La Reserva Federal retirará los estímulos
Todos los indicadores parecen señalar que la Reserva Federal se decantará por una reducción en la inyección de liquidez aumentando los tipos de interés antes de lo previsto. Si bien, en un principio, se esperaba un incremento del precio del dinero para el mes de mayo, ahora lo más probable es que dicho aumento se produzca antes de lo esperado, concretamente en marzo, lo que ha provocado que el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEEUU a diez años registre la mayor subida en casi dos años, además de suponer un revés para las compañías tecnológicas aunque, a pesar de todo, hay opiniones en favor de una recuperación del sector tecnológico y más teniendo en cuenta la nueva revolución digital que se está produciendo con el nuevo mundo del Metaverso y el gran salto tecnológico que este supondrá para el nuevo mundo virtual.
La situación nos muestra que la Reserva Federal se encuentra presionada por una inflación que se desborda, que no ha cesado en su aumento desde noviembre del 2020 y que ya ha llegado a máximos de 1982.
Por supuesto, esta situación repercute negativamente en las criptomonedas, ya que se trata de activos de riesgo y hay que contar con la posibilidad de que sus precios experimenten aún más correcciones de las que se están produciendo en estos momentos. Bien es sabido que las decisiones de la FED influyen en la prima de riesgo de los activos, lo cual afectará extremadamente a las criptomonedas dada la elevada volatilidad que las caracteriza.
Pero existe un factor que hay que tener en cuenta en opinión de algunos analistas y es que la situación bajista que viven las criptomonedas, parece estar provocada más por los inversores a corto plazo que por los operadores a largo, ya que dichos holders, no se dejan arrastrar por el caos ni el pánico que reina en el mercado en estos momentos.
Conflicto en Kazajistán
El otro factor a considerar en este momento es el impacto que el conflicto en Kazajistán está teniendo en el mercado cripto. La inestabilidad política ha desembocado en numerosas protestas ciudadanas generadas por el incremento en los precios del gas licuado de petróleo (GLP), a las que el régimen del dictador Kasim Jomart Tokayev ha dado una violenta respuesta solicitando a Rusia y a otros países vecinos intervención militar.
Además, el bloqueo del acceso a internet tuvo su repercusión en el mercado de las criptomonedas debido al papel fundamental que ha protagonizado el país en cuanto al minado de estas, después de la persecución que China está realizando a toda actividad relacionada con las divisas digitales y que provocó el éxodo de la minería a otros países, donde Kazajistán ha llegado a representar el 18% de la minería mundial.
Sin embargo, los mineros mantienen la esperanza de que la red de Bitcoin se estabilice mientras algunos medios se hacen eco de que una cantidad numerosa de mineros habría logrado mantener su actividad.
Lo cierto es que la crisis energética del país no es algo nuevo pues se originó meses atrás y, a pesar de que la minería no ha sido el principal impulsor, sí habría tenido un papel importante en ella. Las granjas de minado cuentan con unas muy poderosas máquinas que trabajan sin descanso y que han provocado un aumento del consumo eléctrico del país fuera de los límites normales que a su vez han causado cortes del suministro con la llegada del frío invernal, afectando a la población.
Ante este panorama, si bien en un principio las autoridades trataban mediante incentivos de atraer inversiones del mundo cripto, dadas las dimensiones del problema con la energía el gobierno optó por arremeter en contra de las operaciones ilegales relativas a la minería que, según afirmaba, consumían el doble de energía que los mineros registrados oficialmente.
El inicio de 2022 no ha sido el mejor para las criptomonedas. Grandes pérdidas y una marcada tendencia a la baja son los factores dominantes en estas primeras semanas. Veremos cómo evolucionan a lo largo de este primer trimestre.