Actualmente, nos ubicamos entre el 45% y el 50% el límite de colapso social, da a conocer David Obura, integrante de la organización CORDIO, y colaborador del estudio. Obura igualmente indica que las zonas del mundo desnaturalizadas aún pueden agregar resiliencia al método Tierra.
Los millones de zonas dedicadas al cultivo, inclusive las ciudades, consiguen ser parte de la solución, indicando que por cada kilómetro cuadrado de los ecosistemas alterados, cerca del 20% cuenta con vegetación, aunque no son del todo natural.
Uno de los umbrales cuantificados y ya sobresalidos son los nutrientes extra contribuidos por los seres humanos a la tierra. Por lo tanto, cuantifican el fósforo y el nitrógeno antropogénicos utilizados sobre todo en la agricultura.
Extracción excesiva de los recursos
Una abundancia de estos componentes altera tanto el sustrato como el agua en un procedimiento conocido como eutrofización. Lo muestra muy bien como fue el caso del mar Menor en Murcia. Debido a que los límites aún no sobrepasados internacionalmente, pero sí en amplias zonas del mundo, tienen que ver con el manejo del agua, tanto la subterránea como la superficial.
Según la investigación, se dio a conocer, que un tercio del mundo ya hay una extracción excesiva de los recursos hídricos superficiales, donde su límite han determinado un 20%. Para aquellas aguas subterráneas, el ritmo de regeneración no se respeta en la Tierra. Con relación a la contaminación atmosférica inducida por la emisión de partículas de principio no natural (calefacción, combustión de motores, y refrigeración, emisiones industriales), esto ha definido que el límite aún se encuentra lejos de verse superado a nivel global, pero sí lo ha hecho ya en diferentes regiones del mundo, como lo visto en el sudeste asiático.
“El aire, el agua dulce, los contaminantes como el fósforo y el nitrógeno, la integridad de la biosfera suministran resiliencia y persistencia a todo el método Tierra”
Director del Instituto Potsdam destinado a la Investigación por el Cambio Climático, Johan Rockström, de Alemania, dio a conocer un informe que reconoce que deja fuera inconveniente como la acidificación de los océanos, el depósito de plástico y los microplásticos, los químicos resistentes o los antibióticos. Mantienen que son una gran amenaza aún no analizadas suficientemente para establecer si suponen peligros existenciales. Igualmente, varios de los inconvenientes están relacionados, como el desgaste de biodiversidad acelerada por el aumento de nutrientes. Y otros, como lo ha sido el cambio climático, que ha aumentado la gravedad de otros.