Durante el IV Congreso Nacional del Agua, el municipio alicantino de Albatera dio a conocer que este 2023 se concentrará en el binomio agua-energía. Ana Serna, vicepresidenta de la Diputación provincial y alcaldesa del municipio, estudia los desafíos hídricos de la región.
Durante el VI Congreso Nacional del Agua, que tuvo lugar en Albatera, se dio a conocer por parte de la alcaldesa del municipio alicantino y vicemandataria de la Diputación provincial, Ana Serna, sobre la conferencia de la que fue anfitriona, donde se habló ampliamente sobre los desafíos hídricos de esta parte del país.
Este congreso fue una prueba para que más municipios alicantinos se motiven y hagan sus requerimientos, por ejemplo en el municipio de Vega Baja, que actualmente cuenta con una sensibilidad específica con el agua. Albatera, en un tiempo en que la circunstancia hídrica es tan complicada para esta región, que desea participar rápidamente en la búsqueda de las mejores opciones en el sistema de abastecimiento de agua y de la energía.
Plan Hidrológico del Tajo
De esta forma, el congreso funciona como un escaparate para la ciudad, donde se puede dar a conocer sus principios comerciales, valores turísticos, y sus productos. Esta ciudad fue por dos días anfitriones de cientos de asistentes que llegaron de toda España, lo que unido a la extensa difusión mediante plataformas digitales.
A lo largo de la jornada se habló sobre la situación crítica desde los recortes del trasvase Tajo-Segura. Actualmente, la idea del Plan Hidrológico del Tajo. Hubo puntos claros como el Plan Hidrológico Nacional que acuerde la planificación de las cuencas, permitiendo que el Plan del Tajo deje a un lado las demandas del trasvase Tajo-Segura y plantee un incremento de los caudales ambientales del Tajo, a pesar de que no exista un criterio válido nacionalmente puede funcionar como una determinación para solventar situaciones complicadas.
Uno de los puntos más debatidos por Júcar-Vinalopó, quien hizo énfasis en la Confederación Hidrográfica, donde se ha aprobado los planes de gestión sobre las masas de agua subterránea, siendo este un riesgo por no conseguir un estado saludable para los consumidores. Además, la propuesta del Plan Hidrológico tampoco avala la marcha del Trasvase Júcar-Vinalopó.
Desde una visión general sobre la planificación hidrológica, la Diputación no posee competencias definidas, a pesar de la colaboración con las Confederaciones Hidrográficas, que dejaron a su disposición la información importante sobre los resultados de diferentes investigaciones.