La cistitis es una enfermedad que afecta principalmente a mujeres, con un porcentaje de entre el 50% y el 70%, y muy raramente afecta a hombres.
Una infección urinaria microbiológica es lo que causa la inflamación del tracto urinario conocida como cistitis. Por lo general, la producen gérmenes que ingresan a su cuerpo a través de la uretra. Las relaciones sexuales también pueden ser un factor, ya que la uretra puede sufrir lesiones durante el coito que resultan en inflamación de la vejiga.
Recuerda que la vejiga, junto con los uréteres, la uretra y los riñones, es un órgano que conforma el tracto urinario. Está situado junto al uréter en la parte inferior del tracto. Debido a esto, esos dos órganos se denominan «urinaria inferior». Las vesículas urinarias superiores están formadas por los riñones y el uréter.
Cuando se cumplen estas condiciones, por lo general, las complicaciones no son la causa de la cistitis:
- El tracto urinario es normal.
- Los riñones funcionan correctamente.
- No hay enfermedades concurrentes que puedan empeorar la situación. Por ejemplo, la diabetes.
Las causas de la cistitis
La teoría más común es que Escherichia coli es la bacteria que causa la infección urinaria y que se origina en la flora intestinal. La cistitis es causada por esta bacteria, que asciende a través de la uretra hasta la vejiga. Es importante señalar que en el 80% de los pacientes con cistitis, la misma está presente.
Atención
- Por dos razones, la cistitis bacteriana afecta principalmente a las mujeres.
- La primera es que el tracto urinario femenino es más pequeño y, como resultado, las bacterias deben viajar más lejos y más rápido.
- La segunda razón es porque la apertura de la uretra de una mujer ocurre más cerca del ano que la de un hombre, lo que facilita mucho la propagación de la infección.
Elementos de riesgo
- Algunos de los factores de riesgo para desarrollar cistitis incluyen los siguientes:
- Dilatación de la próstata
- Malformaciones congénitas.
- Presencia de cálculos vesicales.
- Tumores en el tracto urinario inferior.
- Estiramiento uretral o sustancias extrañas en este.
Junto con otras cosas, los factores de riesgo incluyen estar embarazada, tener un resfriado y tener una condición psicológica.
Síntomas
Los siguientes síntomas de infección urinaria son los más frecuentes:
- Vómitos.
- Náuseas.
- Fiebre
- Irritación y dolor en el área genital.
- Color inusual o sangrado en la orina.
- Dolor en los costados o en la espalda.
- Enrojecimiento de la vulva en la mujer
- Deseo frecuente y urgente de orinar.
- Dolor al orinar o durante las relaciones sexuales.
Diagnóstico y pronóstico
El tipo de pruebas clínicas que se ordenan para hacer el diagnóstico depende del área donde se piensa que está la infección urinaria. Es típico que se utilicen una o más de las siguientes pruebas:
- Exploración médica. Palpación de las regiones abdominales o vulvares para buscar dolor o invasión
- Una revisión de la orina. Para determinar si un agente infeccioso está presente.
- Cultivo de orina, fluido ureteral o fluido vaginal. Permite la identificación de precisa del tipo de bacteria presente y la selección del antibiótico apropiado.
- Introducción de un tubo con lentes y luz para poder ver las vías urinarias en persona.
- Urografía. Radiografía del riñóno con contraste.
- Ecografía abdominal. Imagen tomada con ultrasonido para ver el sistema urinario.