La arquitectura es una de las disciplinas artísticas más antiguas de la humanidad. Durante toda la historia, se ha sabido ir adaptando a las tendencias de cada momento; dejando una clara evidencia del poderío que existe en torno a este sector. En una época como la actual, cuando temas como la sostenibilidad están a la orden del día, es imperativo que la arquitectura encontrara la manera de hacer sus procesos más sostenibles. Lo cual nos lleva a hablar de la figura de Antonio Torres, todo un referente en este sector que ha aplicado los parámetros de responsabilidad medioambiental a sus proyectos.
Quién es Antonio Torres
Antonio Torres ha fundado su propio estudio de arquitectura y lo ha hecho bajo el sello de arquitectura sostenible. Con más de 20 años de experiencia a sus espaldas, ha sabido mantener en todo momento la mirada puesta en la innovación; lo cual ha demostrado en cada uno de sus proyectos. De este modo, con el foco puesto en las necesidades ecológicas y climáticas que caracterizan a la sociedad actual, Antonio Torres se presenta como un auténtico precursor de elementos clave como lo es el consumo energético casi nulo.
Si bien es cierto que la arquitectura sostenible y bioclimática se han convertido en los principales rasgos diferenciadores de este profesional, es conveniente atender a su imponente trayectoria. Antonio J. Torres Amarillo es arquitecto por la Universidad de Sevilla, centro que abandonó en 1997 por todo lo alto. No obstante, lejos de conformarse con una carrera tradicional, en 2012 hizo el Máster en Medioambiente y Arquitectura Bioclimática en la Universidad Politécnica de Madrid. Por consiguiente, es obvio que estamos ante una de las figuras más importantes dentro del sector de la arquitectura española. Un profesional que se ha sabido rodear de un equipo igual de preparado para así asumir los retos más imponentes.
En lo relativo a sus proyectos, Antonio Torres y el resto de los arquitectos de su estudio se han especializado mayormente en los centros educativos, tanto en colegios como en institutos. Esto es especialmente relevante si tenemos en cuenta el papel que juegan las próximas generaciones en materia de sostenibilidad. De ellos depende el futuro de todos y es de gran interés que se formen en escuelas que fomentan estos valores ya en la propia construcción.
La arquitectura sostenible se convierte en tendencia
Antonio Torres ha sabido responder a la perfección a las necesidades arquitectónicas del siglo XXI. Sin embargo, para evidenciar más si cabe cómo sus servicios de arquitectura están ayudando al mundo, lo mejor es poner ejemplos de sus áreas de trabajo. En este punto destacan los proyectos de arquitectura bioclimática, que se diseñan con elementos de refrigeración y calefacción como los captadores y protectores solares, los de inercias térmicas, los acumuladores de calor, o los de ventilación y aislamiento. Todo ello a medida que se estudia en detalle el medio en el que se sitúa el edificio y el uso que se le va a dar a cada una de las habitaciones.
Por otro lado, cabe destacar sus labores de construcción sostenible. Un proceso que empieza con la selección de los materiales que se van a emplear durante todo el proyecto, asegurando que presentan el menor impacto medioambiental posible. Asimismo, estudian el ciclo de vida del edificio, desde su fabricación hasta su demolición; evitando en la medida de lo posible que se genere un daño ecológico en el proceso. En este mismo orden de ideas, encontramos sus proyectos de rehabilitación energética de edificios, los cuales sirven para adaptar las construcciones ya existentes a las nuevas condiciones de eficiencia energética. La envolvente del edificio y sus instalaciones son los principales focos de interés.
Con todo esto y a modo de extra, es importante comentar que desde el estudio de Antonio Torres se encargan de la gestión de subvenciones como los fondos Next Generation. Unas ayudas que incentivan a sus clientes a contratar los servicios de arquitectura sostenible correspondientes; haciendo que el dinero deje de ser un impedimento para que las grandes ciudades sean espacios mucho más amigables con el medio ambiente.